martes, 1 de junio de 2010

Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)

El niño TDAH pone en crisis el sentido común de los docentes: es un niño que parece inteligente, vivaz, y que así y todo no aprende. Si no aprende, se puede concluir que debe ser poco inteligente o que tiene poca voluntad, un holgazán: come conclusión parece lógica pero en realidad está netamente errada. Para comprender por qué es equivocada es necesario conocer precisamente el cuadro del TDAH (o ADHD = Attention Deficit Hyperactivity Disorder).


El cuadro del TDAH puede ser completamente comprendido sólo a través de una perspectiva multifactorial, en la cual los niveles neurológico, psicológico, social y pedagógico interactúan estrechamente en la determinación del sujeto afectado por el TDAH.

Este se manifiesta con evidentes dificultades para la regulación de la atención:

  • los niños TDAH no logran a enfocar la atención sobre detalles específicos
  • se dejan distraer fácilmente por estímulos irrelevantes
  • no logran mantener la atención en una actividad, pero pasan de una a otra sin concluir alguna
  • cuando alguno habla no escuchan, y en la conversación pasan de un argumento a otro
  • son descuidados en las actividades cotidianas, olvidan sus cosas y las citas, llegan siempre tarde, etc.

 Particularmente el algunos casos es relevante la impulsividad y la inquietud motora:

  • no logran esperar, por ejemplo, su turno para recibir o decir algo 
  • son extremamente impacientes e inoportunos: interrumpen constantemente a los demás e irrumpen en cualquier contexto
  • corren sin frenos, se mueven en la silla, parecen estar en fuga de todo.
Inevitablemente, todos estos rasgos negativos repercuten en las posibilidades de aprendizaje: las prestaciones y el rendimiento escolar empeoran progresivamente.

 
Sus capacidades de elaborar y organizar el conocimiento, aún siendo potencialmente buenas, carecen de una función esencial: la de la coordinación y gestión de todas las actividades cognitivas y del comportamiento, garantizada por los procesos del control metacognitivo.

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