El cuadro del TDAH puede ser completamente comprendido sólo a través de una perspectiva multifactorial, en la cual los niveles neurológico, psicológico, social y pedagógico interactúan estrechamente en la determinación del sujeto afectado por el TDAH.
Este se manifiesta con evidentes dificultades para la regulación de la atención:
- los niños TDAH no logran a enfocar la atención sobre detalles específicos
- se dejan distraer fácilmente por estímulos irrelevantes
- no logran mantener la atención en una actividad, pero pasan de una a otra sin concluir alguna
- cuando alguno habla no escuchan, y en la conversación pasan de un argumento a otro
- son descuidados en las actividades cotidianas, olvidan sus cosas y las citas, llegan siempre tarde, etc.
Particularmente el algunos casos es relevante la impulsividad y la inquietud motora:
- no logran esperar, por ejemplo, su turno para recibir o decir algo
- son extremamente impacientes e inoportunos: interrumpen constantemente a los demás e irrumpen en cualquier contexto
- corren sin frenos, se mueven en la silla, parecen estar en fuga de todo.
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